La calandria de algodón consta de al menos un cilindro calentado (con aceite diatérmico o con vapor) y cilindros que pueden girar con velocidades variables y diferentes.
El aspecto obtenido sobre el tejido depende del material (sintético, algodón, papel, etc.) que recubre los cilindros que trabajan con el cilindro en acero templado rectificado o en pares.
En un proceso de calandrado de tres cilindros, la tela, envasada en grandes rollos o plegada en paletas, colocada en la parte delantera en el centro de la máquina, pasa:
a través de un tensor de tela (ver figura A, punto 1), por un detector de metales (fig. A, 2) que, si detecta elementos metálicos en la tela, detiene la máquina, entre los cilindros de retorno, otro tensor (fig. A , 3) y a un expansor fijo (fig. A, 4).
A continuación, el tejido llega a la unidad de calandrado que consta de un cilindro central calentable (fig. A, 5) de acero, un cilindro inferior (fig. A, 6) y uno superior (fig. A, 7), ambos revestidos con diferentes materiales según el efecto que se quiera obtener sobre el tejido.
Los cilindros inferior y superior se controlan de forma independiente entre sí de manera que, durante su recorrido, el tejido puede sufrir dos presiones diferentes sobre el cilindro central.
A continuación, la tela se recoge en un gran rollo (fig. A, 8), pero algunas máquinas también están equipadas con una plegadora.